martes, 31 de mayo de 2016

Los Siete Rayos

Los Siete Rayos son los bloques de la construcción de la Creación, los ingredientes principales. Cada rayo representa un color, una nota musical y una calidad. Ellos proyectan fuerza en lugar de energía. La fuerza, a diferencia de aquella, es directa y específica. Cuando estas fuerzas penetran la atmósfera de una entidad, sea grande como la Tierra o pequeña como el campo energético de un individuo, la tiñen de color.
Todo lo manifestado ha sido teñido por los rayos, en especial por los siete rayos primarios. Estos crean las características de todo tipo de vida. Por eso digo que el estudio de los rayos nos lleva a una comprensión profunda de la personalidad humana y de los tipos de cuerpo, ya que ellos condicionan las influencias astrológicas y por ende nos afecta en forma directa.
Nuestro sistema planetario está construido en una escala de doce, pero nuestro espectro vital se limita, por ahora, a siete. Aunque hablemos de siete rayos principales, se hace evidente la influencia de rayos recientemente descubiertos. Los rayos oro y plata que menciono sirven para acelerar la estructura atómica con propósitos interdimensionales. Los rayos en sí son fuerzas que se expresan como cualidades que, simbólicamente se representan como colores. Es por eso que los colores cambian según las necesidades planetarias.
Así como hay rayos dirigidos en forma permanente hacia la tierra, existen rayos dirigidos por inteligencias interplanetarias en forma esporádica y para razones específicas. (Existe una jerarquía galáctica e intergaláctica de inteligencias avanzadas que dirigen el curso de la vida y vigilan su evolución).
Los siete rayos se originan en el módulo primario de las tres fuerzas; la trinidad básicas del aspecto madre - padre; el aspecto hijo y el aspecto espíritu.
La fuerza madre - padre, o PRIMER RAYO, tiene la cualidad de poner vida en movimiento (en actividad). Es voluntad pura reflejada como fuerza, determinación y don de mando. Brinda protección, poder, iniciativa y fe. El color de esta fuerza es el azul: fuerte, dulce, penetrante, primordial e infinito. En todos sus tonos, el azul y sus notas musicales correspondientes inspiran determinación y confianza. Ciertos intermediarios mitológicos o angélicos han sido asociados con este color: el Arcángel Miguel, el Poderoso Hércules, Juana de Arco y Krishna.
El SEGUNDO RAYO es iluminación que brinda sabiduría a través del amor. El hijo en relación con el padre-madre, se ve libre de la necesidad de proyectarse hacia fuera; desde su introspección evalúa, asesora, ilumina y enseña. El Buda y el Maestro Jesús, pruebas palpables de maestría, simbolizan este rayo. Su color, el amarillo, es color de inteligencia, paz e iluminación. También es el color del Sol que alimenta e ilumina.
El TERCER RAYO nos recuerda el aspecto del espíritu o amor divino. Libre de la necesidad de crear y comprender, el tercer aspecto se aboca a la infinita creatividad, a irradiar su plenitud que emana de una integridad y cohesión autónomas. Es la fuerza pura del sentimiento que, como ustedes recordarán, provee la actividad motora de toda manifestación, dando vida a los cuatro rayos restantes. Esta es la VERDADERA INTELIGENCIA. El color de este rayo es el rosa, desde sus más pálidos tonos al mas profundo púrpura. Las figuras históricas de este rayo generan el sentimiento de amor y buena voluntad. Un gran ejemplo es San Francisco de Asís. Este rayo también gobierna toda vida animal y vegetal del planeta y la distribución de la energía.
Los cuatro rayos que siguen, emanan de la actividad del tercero. Son fuerzas creativas generadas desde el centro energético del espíritu. Al ser lanzadas a la vida toman forma y, animadas por la fuerza del sentimiento, se manifiestan en las más diminutas partículas de vida.
Al CUARTO RAYO se lo llama el rayo de la armonía, a través del conflicto. No porque sea adversidad o fuente del conflicto, sino porque promueve la estabilidad por medio de la experimentación. Cuando una idea toma cuerpo y la aplicamos a diversas situaciones de la vida, le damos forma por un proceso de ensayo y error. El cuarto rayo buscará preservar la pureza del impulso original, mientras lo implemente y lo expande. Tratará con todos los aspectos de expansión y construcción y de hecho, una contracción provocará una nueva expansión. El color de este rayo es blanco o cristal, y representa el concepto de la pureza. Entidades como Palas Atenea y el Arcángel Gabriel personifican las actividades de este rayo.
El QUINTO RAYO es de color verde y representa la Verdad en todos sus aspectos, incluyendo sus aplicaciones sistemáticas a través de experimentos científicos. Denota precisión, justicia y dedicación al Servicio. Está simbolizado por el "OJO Divino que Todo lo Ve", representando en las antiguas Logias Masónicas e impreso en el billete de un dólar americano. También está representado por el Arcángel Rafael y por María, la madre de Jesús. Es el rayo responsable de toda curación y trabajos de la Ley en sus expresiones exotéricas y esotéricas.
Mientras el cuarto rayo establece la solidez y el quinto su aplicación sistemática, el SEXTO RAYO, retorna a la Fuente por la devoción. Su actividad está relacionada con el mantenimiento de la paz, ligada íntimamente a la emotividad humana, su refinamiento y espiritualización. La Maestra Oriental, Señora Kwan Yin, es un perfecto ejemplo que inspira el perdón y misericordia divina. Su color es el oro-rubí.
Así como la tierra tiene sus ciclos, de igual manera los rayos dominan cíclicamente ciertos períodos de tiempo. El rayo que prevalecía durante el ministerio de Jesús fue el azul. Eran tiempos de gran intensidad emocional y de inminente necesidad de refinamiento. El Maestro Jesús absorbió la energía de su tiempo el aspecto de entrega devocional al Padre o Divinidad y la elevó al aspecto de la trascendencia, a tal grado que fue llamado por la Cristiandad, Príncipe de la Paz. Este rayo está íntimamente ligado con el segundo rayo principal que pertenece al propio Maestro Jesús.
El rayo predominante de esta era es el SÉPTIMO RAYO: el retorno al orden superior representado por los conceptos de Libertad y Ceremonia. La actividad ritual o rítmica, como se ha dicho anteriormente, genera una energía más elevada o ímpetu necesario para el despegue de limpieza cósmica que caracteriza este ciclo. El Rayo Violeta es el fuego transmutador, la fuerza purificadora, sanadora y regeneradora que guía y hacer emerger al planeta en un estilo de vida cualitativamente diferente. La trascendencia va aquí de lo individual a lo global, de lo personal a lo impersonal, de lo mundano a lo espiritual. El Rayo Violeta está representado por el influjo de las enseñanzas de los Maestros Ascendidos, encabezados por el Conde de Saint Germain, renombrado alquimista de la historia europea. También está caracterizado por el resurgimiento de antiguas prácticas rituales, especialmente druidas, que están relacionados con la tierra.
APLICACIÓN INDIVIDUAL
Cada uno de nosotros ha encarnado bajo cierto Rayo del Alma, que es el rayo del Ser Superior o Interdimensional. Este será uno de los tres rayos principales que sellará nuestra esencia. No es fácil identificar este rayo oscurecido a menudo por la personalidad.
El Rayo de la Personalidad nos proporcionar el temperamento que tenemos como resultado de encarnaciones anteriores o que hemos escogido para aprender lo que hemos venido a aprender. Este rayo determinará nuestro propósito de vida individual, las aspiraciones que nos compelen a actuar.
Tenemos también los rayos que tiñen nuestros cuerpos emocional, físico y mental y prestan los atributos que escogemos o heredamos para poder trabajar. Estos rayos determinan cómo habremos de completar nuestro propósito de vida.
Permítase identificarse con las características dentro de cada rayo y vea cual predomina más en su personalidad, en su mente, en los deseos de su corazón. ¿Anhela la Belleza como su máxima expresión? ¿O el Amor? ¿Será quizás la Verdad Suprema? Los Rayos se manifiestan de diferente manera en los diferentes vehículos.
Adapte ligeramente las definiciones para determinar cuál podría ser el rayo de su cuerpo. El Primer Rayo del cuerpo será generalmente nervudo y fuerte, mientras que el Tercero será suave y generoso. Atrévase a explorar y experimentar. Uno sabe que sabe. Conforme avance en el estudio aprenderá a pedir ayuda a su Ser Superior para que le enseñe a descubrirse y entenderse a sí mismo. Su Ser superior está constantemente pensando, sintiendo y hablando a través suyo. Confíe en Él. Examine sus talentos y aspiraciones, sus acciones e inspiraciones. Descúbrase como una dualidad energética en vez de sicológica. Adéntrese en cada uno de los colores y experimente por sí mismo la cualidad dentro de cada uno de ellos.
Puede comprar grandes hojas de papel con los colores primarios y pegarlos en la pared. Asegúrese que sean colores puros. Siéntese frente a ellos y sumérjase, proyéctese en ellos o cierre sus ojos y sienta cómo lo envuelven.
¿Con qué colores tiene afinidad y cuáles rechaza? ¿A qué niveles? ¿Cómo lo afectan? Haga un cuadro con sus reacciones y después repita el proceso para ver, si las mismas variaciones pueden ser aplicadas, antes de que trate de determinar cuáles son las combinaciones de su rayo individual.Los Siete Rayos

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