martes, 9 de agosto de 2016

Podría decirse que fui una niña girasol.
Colorida, traviesa y activa.
Más mi brillo fue la envidia
que alguien no oscureció
Me adapté al terrón que me plantaron.
Cuidé los frutos de la lluvia

Y cubrí mi cara del espanto
salvé flores del pantano.
Duro entender que hay temporales
que vienen de afuera hacia adentro 
Y nos vuelven semilla en el desaire,
Aunque el pasto esté muy seco.
Me adapté al terrón que me plantaron.
Recién entonces giré hacia el sol.

Mi cuerpo fue tallo erecto 
pero mi alma se arrodilló...Pude haber muerto! 
en los dedos del espantapájaros
Más sin embargo...
Abrí los pétalos Dancé de nuevo
Y es que en silencio buscaba el sol.
Podría decirse que fui una niña girasol.
Colorida, traviesa y altiva. Invadida y resistente
Indomable y fugitiva. Insoportablemente fuerte.
Quizás fue un ángel..
Quizás fui yo quien se salvó...
Quizás...Fue Dios




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