jueves, 21 de julio de 2016

MIRANDO AL SENDERO


Donde se cierra un camino

siempre empieza algún sendero.

Alguien anduvo primero

por nuestro propio destino.


Otros también soportaron

semejantes inclemencias;

las huellas de su presencia

nuestras huellas señalaron.


Los caminos se han formado

a base de andar por ellos.

Cada paso es un destello

de nuestros antepasados.


Cientos de generaciones

nos llevan la delantera,

que forjaron carreteras

a fuerza de tropezones.


No estás solo en esta vida.

La senda que estás pisando,


alguien la cruzó llorando

con el alma dolorida.


Por eso, ante tu amargura,

piensa, mirando al sendero,

que antes que tú, otros sufrieron

semejantes desventuras.


Y en vez de lamentaciones,

da gracias al Ser Divino,

por encontrar un camino

lleno de hermosas lecciones.

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