viernes, 10 de junio de 2016

Almas Gemelas

Dios creó un todo y lo llenó de vida; luego lo dividió en dos y cada una de esas dos partes reencarnó en dos seres diferentes.

Debería evolucionar cada una a través de vidas separadas.

Así nacieron las almas gemelas, ese es el concepto de su existencia y la razón del porqué están separadas.


Sin embargo, aunque nacemos en cuerpos diferentes, la unión de esas almas no termina jamás y a través de muchas reencarnaciones estaremos juntos, cada una en un escenario diferente, viviendo vidas paralelas, con las mismas experiencias; pero no nos reconocemos desde el primer instante porque nos falta más evolución y por eso necesitamos otras relaciones para experimentar. Pero el reencuentro, al final, es inevitable.

El encuentro de las almas gemelas se produce cuando ambas han alcanzado el nivel adecuado en que pueden valerse por sí mismas en soledad; cuando no necesitan de muletas y pueden ofrecerse libres y sin condiciones.

Hasta que no nos liberemos de las ataduras, los apegos, los miedos, las inseguridades, de cualquier cosa que nos impida amarnos a nosotros mismos y sentirnos libres, no podremos unirnos definitivamente con nuestra alma gemela en la misma dimensión de forma física.

En la relación entre almas gemelas no existen condiciones, ni luchas de poder, ni miedos, ni obstáculos, ni mentiras, ni nada de eso, sólo entrega de uno al otro y “necesidad” de darle a la otra parte todo el amor y apoyo que pueda.


Es importante tener esto muy claro. Si la persona que tú crees que es tu alma gemela no se manifiesta como acabo de describir ni tú tampoco, es que sois almas muy afines pero no gemelas, más adelante explicaré la diferencia. También la situación es un indicio: si no fluye con libertad y sin obstáculos no es una relación entre almas gemelas.

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